A veces Dios, la Naturaleza, la suerte,..., o llamadla como queráis cada uno a el motor que mueve el mundo. Te deja en bandeja la opción de recordar de una manera más artística de lo que hubieras pensado. Yo entré en el Coliseo pensando es esquivar a los romanos vestidos de época que trataban de atracarte con sus cámaras en la puerta. Y pensando que las fotos buenas del Coliseo serían desde fuera. Y como dice mi madre "la primera en la frente". El motor del mundo colocó esas nubes, la cruz y lo arcos. Sólo hubo que tapar el sol con la Cruz. Y creo que no quedó mal del todo.
2 comentarios:
Preciosa, sí señor.
Tu entrada me recuerda a la cuando vas a conocer algo nuevo y te haces ilusiones y te montas pajaritos y un mundo en la cabeza, y al tenerlo ya de frente... menudo chasco.
Un saludo, y es la primera vez qu entro, aquí tienes un lector más. te enlazo en mi blog.
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