Allí me encontré contigo. Te tenía olvidada hace tiempo. No sabía donde te dejé. Aparecían conatos de ti, pero no eras autentica. De repente me senté en la plaza de Santa María del Trastevere. Una cerveza entre mis manos. Y los ojos de mi amor muy cerca. Y allí volviste a aparecer. Allí volví a recuperarte. Alegría.
lunes, 17 de noviembre de 2008
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