domingo, 14 de diciembre de 2008

NUESTRO BARRIO


Se acortaban las avenidas en calles apretadas que parecían sucederse sin descanso. Charcos, adoquines pequeños. El Vicolo de la Scalla. Nuestra casa esperando. Nuestro pequeño cuarto de contadores en el que tan felices nos encontramos. Huele a fritanga. Café a 0´80. Camomila 2 bolsitas y un ventoglio para sorprenderte. El mexicano de los bocadillos increíbles. Y la pizzeria que nos alimentó frente a "ma che siete venutti a fa". Salimos a cenar los macarrones están increíbles. Y te aseguro que no fue el tinto porque antes de cenar ya te veía preciosa.

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